Tuesday, April 21, 2009

Tipeo con una sola mano....."Las nieves del ayer" de "Tostadas de jabon" de Julian Maclaren

Tostadas de jabón - Julian Maclaren-Ross LAS NIEVES DE AYER




"Cuando con el taxi doblábamos una esquina, mi madre me dijo: ―Ahora la verás. La casa en donde naciste. Pero mi padre dijo: ―No, es la próxima calle. No esta. ―Creí que era esta ―dijo mi madre.―No ―dijo mi padre―. He visto el nombre en la esquina. Es la próxima. Todas son parecidas por aquí. Miré por la ventanilla del taxi las casas que pasábamos y eran todas grandes casas hechas, en su mayoría de ladrillos rojos, y la mayoría estaba retirada de la calle y tenía un gran jardín en el frente. Todo era muy tranquilo en estas calles, sin tráfico y apenas se veía alguna persona, en realidad no parecía que estuviéramos en Londres. La mayoría de las casas tenía las persianas bajas, porque era verano y el sol pegaba fuerte en ese lado de la calle.―No te asomes tanto por la ventanilla, cariño ―me dijo mi madre.―Sólo estoy mirando las casas, madre ―dije.―Richard ―dijo mi padre―, haz lo que te dice tu madre.Me recliné en el asiento al lado de mi madre. Mi padre estaba enfrente con el bastón entre las rodillas. Tenía una mano sobre el puño del bastón y, por el modo en que se acariciaba la barba con la otra mano, yo podía darme cuenta de que estaba impacientándose.Yo también me estaba impacientando: habíamos recorrido un largo trayecto en el taxi y me gustaba, pero estaba muy ansioso pensando que iba a ver la casa en donde había nacido y preguntándome cómo sería la señora Macfarlane. La señora Macfarlane había cuidado a mi madre cuando yo nací e íbamos a pasar la noche en su casa antes de cruzar a Francia para ver a mi tía Jane. Yo nunca había visto a la señora Macfarlane, pero mi madre me había hablado mucho de ella y sabía que tenía un perro llamado Scraps y un gato llamado Tommy. Había visto una foto de la casa, con Tommy sentado en el antepecho de la ventana y una cruz que marcaba la habitación, en el piso superior, en donde yo había nacido.―¿Crees que la señora Macfarlane tendrá todavía a Scraps y a Tommy? ―le pregunté a mi madre.―No lo sé, cariño. Diez años es mucho tiempo y me acuerdo que ya eran bastante viejos en ese entonces.Padre dijo: ―Esta es la calle. Doblando a la derecha por aquí. ―Pero, en su lugar, el taxi dobló a la izquierda.Mi padre sacó la cabeza por la ventanilla y le gritó al taxista, que respondió “Lo siento, señor”, y comenzó a dar vuelta el coche otra vez. Mi padre se reclinó en el asiento; se acariciaba la barba, parecía muy enojado. ―Estos malditos peones ―dijo―, uno tiene que estar siempre controlándolos.El taxi tomó la calle a la derecha y mi padre sacó el reloj y le abrió la tapa de golpe, miró la hora. Dijo: ―Estoy con un hambre terrible. Espero que, cuando lleguemos, esa vieja sonsa nos haya preparado el té.―Claro que sí, querido ―dijo mi madre.―No estaría tan seguro al respecto ―dijo mi padre―. Se entretendrá tanto charlando contigo que probablemente se olvide por completo...."






Julian Maclaren-Ross (1912-1964), el héroe más oculto de la literatura inglesa, fue novelista, cuentista, guionista de cine y de documentales para la BBC, conscripto durante la Segunda Guerra Mundial, vendedor de aspiradoras a domicilio (tema central de su novela De amor y hambre) y, sobre todo, el más celebrado dandy del Soho de los años 40 y 50.Vivió en el mismo mundo que sus personajes: hoteles y estaciones de tren, pubs llenos de humo, deudas, calles oscuras, prisión, paranoia, amores correspondidos aunque imposibles. Anthony Powell lo inmortalizó en sus novelas como el escritor X. Trapnel y Paul Willetts escribió su magnífica biografía Fear and Loathing in Fitzrovia.La adicción de Maclaren-Ross al alcohol y a las anfetaminas llevó a su biógrafo a afirmar: “Era un mediocre guardián de su inmenso talento”. Parodió a la perfección a escritores como William Faulkner, Raymond Chandler, P. G. Wodehouse y Patrick Hamilton, a sabiendas de que nadie iba a poder tomarse revancha: su estilo era inimitable.






No comments: